La villa bajomedieval de Alcañiz tuvo una de las juderías más importantes de la Corona de Aragón en la que destacaron influyentes rabinos, muy célebres en su época. Las investigaciones sobre esta aljama, que perduró poco más de un siglo, la sitúan indistintamente en dos zonas del antiguo casco urbano de la ciudad: el barrio de San Jaime o Santiago y el del Arrabal o San Juan. Las noticias sobre la ubicación de sus posibles sinagogas y la información ofrecida por distintos historiadores locales y foráneos permiten aventurar que podrían ser correctas ambas localizaciones ya que Alcañiz dispuso de dos sinagogas, no necesariamente contemporáneas, quizás situadas cada una de ellas en un barrio distinto.
El cerro y ermita de La Encarnación de Alcañiz, donde se según la tradicióm local se ubicó una sinagoga. |
Origen y evolución de la judería de Alcañiz
Las primeras noticias sobre un grupo de judíos relativamente numeroso en Alcañiz datan de 1280-1290 cuando se documenta el pago de tributos de varios judíos de Tortosa al comendador de Alcañiz por distintas propiedades y deudas que tenían en esta villa (Laliena 1988, 116). Sin embargo, su creación efectiva bajo el señorío de la Orden de Calatrava no tendría lugar hasta el año 1304 tras la concesión de un privilegio otorgado por Jaime II por el que se permitía el asentamiento en esta villa de un máximo de 30 familias de judíos, posiblemente procedentes de Francia. Veinte años más tarde, en 1324, esta concesión será corroborada y concedida a perpetuidad siempre que los judíos cumplieran las prescripciones legales sobre el préstamo y la usura (Laliena 1988, Motis 1989). La aljama de Alcañiz fue creciendo a lo largo del siglo XIV de manera que en el período de 1357-1376, bajo el gobierno de Pedro IV, se otorga otra concesión que permite la implantación en la villa de otros 30 hogares de judíos. En 1381 se adscriben a la aljama alcañizana varios pequeños núcleos de judíos diseminados en distintas localidades del Bajo Aragón (Maella, Mazaleón, La Fresneda, Caspe y Castellote) con la finalidad de que tributasen junto a ellos. La disolución de la aljama de Alcañiz tuvo lugar en 1414 tras la conversión al cristianismo de gran número de judíos en distintas localidades de Aragón.
Plano de Alcañiz de mediados del siglo XIX con ubicación en círculos coloreados de la judería según las dos propuestas: arriba barrio de Santiago o San Jaime, abajo arrabal o barrio de San Juan. |
Noticias documentales sobre la judería de Alcañiz
En 1343 los judíos de Alcañiz tienen que ser amparados y protegidos por el rey ante las amenazas y las incursiones nocturnas protagonizadas por hombres de a caballo que les exigían saldar las diferencias que les enfrentaban (Motis 2005, 5). En 1365 los judíos alcañizanos son sancionados por haberse extralimitado en la remodelación de su sinagoga que se había quedado pequeña ante el creciente número de fieles lo que llegó a provocar conflictos y peleas los sábados y días festivos para conseguir un sitio digno donde poder sentarse (Blasco 2003, 201). En 1376 la judería alcañizana tenía problemas de intimidad debido a la angostura de las calles y falta de luz natural, tal como se constata por un pleito ante la apertura de una ventana frente a otra vivienda situada en un estrecho callejón (Motis 2005, 26).
Vista actual del barrio de Santiago o San Jaime desde el Cuartelilllo. |
Es en esta época de finales del siglo XIV cuando la aljama de Alcañiz alcanzó su apogeo demográfico llegando a tener una población que se ha estimado en unas 300 personas (unas 60 familias, a las que habría que añadir las de los pueblos colindantes) por lo que se encontraría entre las más importantes de la Corona de Aragón (Laliena 1988, 120). En 1406, el arzobispo García Fernández de Heredia permitió a la cofradía llamada “la hebra de Talmud-Torah” acondicionar como sinagoga un “midrás” (oratorio privado) situado en el recinto de la parroquia de San Jaime que daba a dos calles públicas (Blasco 2003, 213). En 1412 Fernando I permitió a los oficiales judíos de la aljama de Alcañiz cerrar con puertas y custodiar la judería.
Ubicación en el plano actual de la judería de Alcañiz en el barrio de San Jaime o Santiago. |
En este mismo año tuvo lugar la conversión del afamado médico y rabino alcañizano Joshua ha-Lorquí que, bajo el nuevo nombre de Jerónimo de Santa Fé, sería protagonista de la conocida “Disputa de Tortosa”, convocada por el Papa Benedicto XIII, también llamado Papa Luna, en defensa de la religión cristiana frente a otros rabinos judíos entre los que figuraba el también alcañizano Astruc ha-Leví (Alcalá 1995). El resultado de estas discusiones provocó la conversión masiva de cientos de judíos en varias aljamas de Aragón, entre ellas la de Alcañiz que desaparecería definitivamente en octubre de 2014 tras la prohibición a cualquier hebreo de residir en la villa, barrios y aldeas o estar en ella más de tres jornadas, ampliadas a quince en tiempo de feria (Laliena 1988, 126).
Vista actual de la calle Panfranco en el barrio de Santiago |
Vista actual de la calle Trinidad en el barrio de Santiago |
Noticias de los historiadores locales
Los historiadores locales siempre han mantenido que la sinagoga judía de Alcañiz se ubicó en el lugar en el que hoy se encuentra la pequeña Ermita de la Encarnación, en el tramo final de una val que conserva un topónimo inequívoco: la Val de Judíos. Con toda probabilidad el origen de esta propuesta de ubicación procede de los escritos del dominico alcañizano Fray Tomás Ramón (1569-1640) autor, entre otras obras, de un “Tratado de las antigüedades de Alcañiz”, escrito posiblemente hacia 1630, que se encuentra perdido (Buñuel 1959, 273). Esta obra manuscrita fue localizada años después en la biblioteca del convento de Santa Lucía por el notario alcañizano P. J. Zapater quien pudo consultarla y utilizarla para escribir su principal obra, todavía inédita, “La Thesorera”, escrita en 1704 y de la que se conserva una copia en el Archivo de Alcañiz.
Vista general del actual barrio del Pueyo en el Arrabal, en el centro de la foto |
El propio Zapater, siguiendo a Fray Tomás Ramón, aporta respecto a la judería alcañizana algunos datos cuando menciona que los nuevos pobladores cristianos de Alcañiz
“no les permitieron (a los judíos) tener sus ayuntamientos y sinagogas y usar públicamente de sus ritos y ceremonias dentro de dicha ciudad, sino que para aquello y aquellos les obligaban a salirse fuera (…) dize el sobredicho padre (Tomás Ramón), que se les permitió (a los judíos) se fabricasen, como de hecho se edificaron y construyeron, una casa o pieza con una torre que les servía de atalaya y de otros ministerios en un monte hacia mediodía, algo apartado de la ciudad, donde se ayuntaban y tenían sinagogas y exercitaban sus ritos. De esta casa hará doscientos años poco más o menos que la derribaron y arruinaron, mas la torre ha permanecido en el sobredicho montecillo hasta casi nuestros tiempos, pues aún viven algunos que la han visto aunque ya muy derruida. En cuyo sitio se ha construido después una graciosa si pequeña ermita de la Anunciación (…) Algunos vestigios de los fundamentos de dichas casas, pieza y torre, se ven todavía a las espaldas de la hermita, como yo por mis ojos viese el otro día”. (Zapater 1704, 284).
Restos de estrcuturas arqueológicas en la cima del cerro tras la actual ermita. |
El historiador Mariano Ardid debió consultar también algunos de estos documentos ya que en 1852 señala lo siguiente:
“Esta casa o Sinagoga, dice el Presentado Ramón, que la derribaron por los años 1450, aunque la torre referida añade el mismo, que subsistía por el año de 1520, pero ya muy arruinada, en cuyo sitio construyeron después una pequeña hermita bajo la invocación de la Anunciación de Nuestra Señora o Encarnación del Hijo de Dios, y todavía algunos vestigios de los fundamentos de la casa o salón y torre que se ha referido se ven a la espalda de la Ermita de la Encarnación que hoy día aun subsiste” (Ardid, 1852, 32).
La ermita de la Encarnación vista desde el sur. En esa ladera se conservan restos de un asentamiento ibérico. |
Otro erudito alcañizano, el poeta Gaspar Bono y Serrano, ofrece en su conocida “Miscelánea” nuevos datos:
“Las dos Sinagogas que tenían (los judíos) en la población y sus afueras, fueron purificadas y convertidas en templos cristianos. Una de ellas era la antigua parroquia de Santiago, que ya no existe, y estaba al pie del castillo, y junto al palacio de los Marqueses de Santa Coloma; palacio que también ha desaparecido. La otra se hallaba situada fuera del arrabal, y es hoy día una preciosa ermita, dedicada a la Anunciación de Nuestra Señora…” (Bono 1870, 79).
Las sinagogas de Alcañiz y la ubicación de la judería
Aunque no es nada probable que la antigua parroquia románica de Santiago (construida a finales del siglo XII) fuera originalmente una sinagoga es interesante la noticia de la existencia de un templo judaico en dicho barrio ya que, en este aspecto, coincide con la información proporcionada por la historiadora Asunción Blasco quien afirma que la villa bajomedieval de Alcañiz tuvo, al menos, dos sinagogas: una, la principal (cuya situación no se especifica) y, otra, la mencionada en 1406 en el barrio de S. Jaime o Santiago (Blasco 2003, 213). La ubicación de la judería de Alcañiz en el barrio de Santiago es defendida también por el historiador Miguel Angel Motis a partir de la documentación anteriormente referida sobre la habilitación de un midrás por la cofradía de Talmud-Torah en dicho barrio (Motis 1989, 12). El profesor Carlos Laliena propone, por el contrario, su ubicación en el arrabal o barrio de San Juan (Laliena 1988, 120).
Vista general de la Val de Judios con la ubicación de la Ermita de la Encarnación dentro de un círculo, arriba a la zquierda |
Aún se documentan otras posibles ubicaciones como la ofrecida por el historiador local E. Taboada quien menciona que la Iglesia de San Juan pudo ser, en opinión de algunos, mezquita o sinagoga (Taboada 1898, 136). O, por último, la opinión del investigador Angel Alcalá quien mantiene que la aljama alcañizana se ubicó en el barrio de los Almudines (o de Santa María) y que la sinagoga medieval "ocupaba el (lugar) de la iglesia de Santiago, junto a la calle Mayor" (Alcalá 2005, 96).
Fuentes arqueológicas: ¿restos en la Ermita de la Encarnación?
Por el momento, la arqueología poco puede aportar respecto a la ubicación de la aljama o de las sinagogas de Alcañiz. En la actualidad en la parte trasera de la ermita de la Encarnación se observan algunas alineaciones de mampuestos con niveles arqueológicos superficiales en los que aparecen sobre todo cerámicas ibéricas y medievales. Son claramente visibles también numerosas entalladuras excavadas en el suelo de roca que confirman la construcción de otros edificios ya desaparecidos.
En primer término la cubeta con un grabado tallado en la roca, al fondo la ermita. |
Junto a una de las zonas talladas se conserva una cubeta de considerable tamaño (unos 120 x 100 cms) en la que desemboca un canalillo que recoge las aguas pluviales de los surcos de un extraño grabado (de unos 160 x 120 cms de lado) conformado por dos rectángulos anejos que, sin duda, asemeja a un libro. No parece posible datar con seguridad este raro conjunto de cubeta y canillos aunque es muy probable que tenga relación con la actual ermita o con construcciones anteriores. Cabe señalar, por otra parte, que en la ladera sur de este pequeño cerro se conservan los restos de un pequeño asentamiento de época íbero-romana que debió extenderse con toda probabilidad en la misma plataforma en la que se asienta la actual ermita.
Vista de la cubeta con canalillo y grabado anejo en la roca |
Extraño grabado rupestre en forma de libro junto a una gran cubeta |
Aunque la arqueología hasta el momento no ofrece datos concluyentes no nos parece improbable que la primera judería alcañizana se ubicara en el barrio de Arrabal o de San Juan, extramuros de la villa, y quizás más concretamente en el denominado barrio del Pueyo cuya extraña configuración urbana de pequeñas y estrechas calles adaptadas al terreno contrasta con el resto del conjunto urbano bajomedieval en el que predominan absolutamente las calles alargadas o las planificaciones ortogonales. La descripción en 1376 de una judería de calles angostas, estrechas y oscuras parece más propia de un pequeño barrio extramuros que del amplio y recién creado barrio cristiano de Santiago. Así mismo la construcción de un muro de cierre con puertas parece tener mucho más sentido en el arrabal, en torno al pequeño montículo del barrio del Pueyo, que en un nuevo barrio cristiano de reciente edificación cuyas calles se diseñaron para el paso de carros.
Ubicación del antiguo arrbal y barrio del Pueyo (señalado con un círculo) en un plano actual de Alcañiz |
Conclusiones
La judería de Alcañiz tuvo su origen y desarrollo en periodo de tiempo relativamente corto, poco más de un siglo, entre 1304 y 1414. Su máximo esplendor lo alcanzó a finales del siglo XIV y comienzos del XV cuando se convirtió en un destacado foco de estudios rabínicos en el que se formaron algunos de los más importantes talmudistas de la época. Las dos propuestas de ubicación que sobre esta judería se han planteado hasta el momento (en el arrabal y en el barrio de San Jaime o Santiago respectivamente) podrían ser correctas al estar directamente relacionadas con noticias documentales sobre el emplazamiento de su sinagoga. El hecho de que la villa medieval de Alcañiz tuviera dos sinagogas, según refiere la investigadora A. Blasco, podría explicar ambas propuestas. A título de hipótesis podría plantearse la posibilidad de que la primera aljama alcañizana se ubicara extramuros de la ciudad, en el arrabal, donde se emplaza el barrio de San Juan, también conocido como del Pueyo, y tuviera su sinagoga, tal como refieren los historiadores locales, en el mismo emplazamiento que la actual ermita de la Encarnación, en el tramo final de la Val de Judíos. Quizás más tarde, tras un periodo de continuo crecimiento a lo largo del siglo XIV, se permitiera el traslado total o parcial de esta aljama al barrio de San Jaime o, simplemente, la construcción de una nueva sinagoga en dicho barrio previamente habitado por algunas familias judías. En todo caso, todavía no existen datos concluyentes al respecto y quizás solo la arqueología o la aparición de nuevos documentos puedan confirmar o no cualquiera de las hipótesis expuestas.
BIBLIOGRAFIA
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Ardid, M. 1852: Memorias para escribir la historia de la Ciudad de Alcañiz. Manuscrito inédito en la biblioteca de Alcañiz.
Ardid, M. 1852: Memorias para escribir la historia de la Ciudad de Alcañiz. Manuscrito inédito en la biblioteca de Alcañiz.
Blasco, A. 2003: “Las sinagogas de Aragón: datos de los últimos diez años“, Juderías y sinagogas de la sefarad medieval. Universidad de Castilla- La Mancha, Toledo, 190-228.
Bono, G. 1870: Miscelánea religiosa, política literaria en prosa y verso. Madrid
Buñuel, J. 1959: Galería de alcañizanos ilustres, Zaragoza.
Laliena, C. 1988: “Orígenes y extinción de una aljama judaica: Alcañiz 1280-1414” Destierros aragoneses I. Judíos y Moriscos. Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 115-126.
Laliena, C. 1987: Sistema social, estructura agraria y organización del poder en el Bajo Aragón en la Edad Media (siglos XII-XV), I.E.T. ,Teruel.
Motis, M. A. 1989: Guía del Aragón Judío. Diputación General de Aragón. Zaragoza, 11-12.
Motis, M. A. 2005: Los judíos de Teruel en la Edad Media. Cartillas Turolenses, 23., Instituto de Estudios Turolenses, Teruel.
Taboada, E.J., 1898: Mesa Revuelta. Apuntes de Alcañiz. Alcañiz.
Zapater, P.J., 1704: La Thesorera rescatada y vengada de las injurias del tiempo. Manuscrito inédito, copia mecanografiada en la Biblioteca de Alcañiz.
Muy interesante. Se sabe cuál es el origen del nombre Panfranco.
ResponderEliminarSaludos y felicidades por el blog.