En el territorio del Bajo Aragón, y más concretamente en la actual comarca del Matarraña, se ha conservado hasta nuestros días un extraordinario conjunto de espacios carcelarios del Antiguo Régimen (desde finales del siglo XVI al siglo XVIII) que ha sido recuperado y puesto en valor recientemente en una singular e inédita ruta cultural y turística, única en España. Uno de los ejemplos más interesantes de esta “Ruta de las Cárceles del Matarraña” lo constituye el conjunto carcelario del ayuntamiento de Mazaleón compuesto por dos calabozos. El primero de ellos está excepcionalmente conservado y tiene un cepo original de madera mientras que el segundo contiene un extenso panel mural con cientos de graffiti carcelarios.
El origen de las cárceles del Matarraña
La mayoría de las cárceles que podemos visitar en la actual comarca del Matarraña fueron construidas a finales del siglo XVI y principios del XVII cuando se edificaron la mayor parte de sus Casas Consistoriales o Ayuntamientos. Estos nuevos y magníficos edificios civiles aparecieron como reflejo del creciente poder municipal que había conseguido liberarse del tradicional sometimiento a las Ordenes Militares y a la Iglesia que gobernaron este territorio y a sus habitantes desde la Edad Media. En estas Casas Consistoriales se adecuaron distintos espacios para ubicar algunas de las principales actividades del municipio: Lonja para el mercado, carnicería, salón de reuniones del Concejo, habitación del escribano, archivo para guardar los documentos y… la cárcel.
Ventana enrejada de una cárcel del Matarraña |
Habitualmente las cárceles se ubican en la planta baja de los Ayuntamientos, en espacios reducidos y apenas iluminados y ventilados. Las puertas, con gruesos herrajes y cerraduras, y las ventanas, siempre enrejadas, son siempre pequeñas y muy sólidas. En el interior de las cárceles, compartimentadas a menudo en varios calabozos, se suelen conservar letrinas y todavía, en algunos casos, cadenas, argollas, cepos y grilletes.
Las cárceles del Antiguo Régimen en el Bajo Aragón tenían un carácter local y estaban destinadas, sobre todo, a la custodia de los presos hasta el momento del juicio en el que se castigaban los delitos cometidos de acuerdo a los Estatutos criminales aprobados por cada concejo. Su función no era por tanto la de lugares destinados a purgar penas sino algo similar a la actual prisión preventiva. El genial pintor aragonés Francisco de Goya reflejó y denunció en numerosas pinturas y grabados las penosas condiciones de vida en las cárceles de su época documentando fielmente crueles sistemas de inmovilización y castigo.
Vista parcial del conjunto de graffiti del calabozo superior de Mazaleón
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La cárcel de Mazaleón
En el Ayuntamiento de Mazaleón se pueden visitar dos de los espacios carcelarios más interesantes y mejor conservados del Bajo Aragón. Uno de los calabozos se sitúa en la primera planta del edificio, junto al hueco de la escalera y, el segundo, en una habitación de la segunda planta. Ambos calabozos se emplazan en el sector occidental del edificio, en la zona correspondiente a la antigua Casa Consistorial construida, probablemente, a finales del siglo XVI o principios del XVII. Este primer edificio sería reformado y ampliado en 1742 adquiriendo, desde entonces, la configuración actual.
Vista general de la facahad principal del Ayuntamiento de Mazaleón. Foto Paco Climent. |
Escudo de Mazaleón en la fachada del Ayuntamiento con la fecha de su reforma en 1742. Foto Paco Climent. |
Los dos calabozos, sin iluminación ni ventilación al exterior, debieron habilitarse como espacios carcelarios desde la construcción de la antigua Casa Consistorial, si bien los graffiti más antiguos hasta ahora documentados en sus paredes datan de finales del siglo XVII y, sobre todo, del siglo XVIII cuando ya se había construido la ampliación del primer Ayuntamiento.
Detalle de graffiti de la cárcel de Mazaleón |
Ambos calabozos parecen haber tenido usos distintos relacionados, probablemente, con la diferente gravedad de los delitos cometidos. En el primero de ellos, de reducido y oscuro espacio, los reos eran inmovilizados por un sólido cepo de madera, mientras que en el segundo disponían de movilidad en una habitación mucho mayor y más cómoda.
Presos en una celda. Pintura de Francisco de Goya.... |
Un impresionante calabozo del Antiguo Régimen intacto
El calabozo de la primera planta del Ayuntamiento de Mazaleón representa un ejemplo, excepcionalmente bien conservado, de las antiguas cárceles del medio rural aragonés utilizadas entre los siglos XVII y XVIII. A la siniestra habitación, de unos 8 m2 de superficie, se accede a través de un estrecho pasillo en cuyo fondo se emplaza una pequeña y sólida puerta de madera, con un ventanuco enrejado, que se cerraba mediante un grueso travesaño que todavía se conserva.
En el fondo del oscuro calabozo se conserva un impresionante cepo de madera que parece no haber sufrido ninguna alteración o reforma durante siglos. En este cepo se podía inmovilizar hasta dos reos al mismo tiempo a través de dos piezas de madera con entalladuras semicirculares simétricas que les apresaban por los tobillos y que se cerraban mediante un grueso candado. También debían existir, incrustados en el banco, unos travesaños de madera verticales que se utilizarían para amarrar las cadenas y la argolla que se colocaba en el cuello de algunos reos, aumentando así la inmovilización de los mismos.
Aspecto del impresionante cepo de madera conservado en el calabozo inferior de Mazaleón
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Los presos considerados más peligrosos deberían permanecer sentados y fuertemente amarrados durante días sin poder liberarse del terrible cepo en ningún momento. Para que los reos pudieran hacer sus necesidades en el mismo sitio se practicaron unos anchos orificios en el banco de madera bajo los cuales se dejarían orinales o bacines para recoger las heces y orines que serían vertidos por el carcelero en la letrina que todavía se conserva en el muro oeste. Parece probable que este calabozo fuera utilizado para encerrar a los acusados de delitos graves y, especialmente, para aquellos detenidos a los que se quería impedir su huida.
Grabado de Goya que refleja fielmente las duras condiciones de los presos del siglo XVIII
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El calabozo de la segunda planta
En la segunda planta del Ayuntamiento de Mazaleón se conserva parcialmente un antiguo calabozo del que destaca un gran panel mural totalmente repleto de graffiti carcelarios. El calabozo, de unos 22 m2 de superficie, ha sufrido importantes reformas recientes que han respetado, no obstante, la mayor parte de sus muros perimetrales y, con ello, un extraordinario conjunto de graffiti realizados por distintos presos que permanecieron encerrados en esta habitación entre los siglos XVII al XIX.
Vista parcial del calabozo superior de Mazaleón con el panel de graffiti. Foto Paco Climent. |
Sin duda esta cárcel presentaba unas condiciones de habitabilidad mucho mejores que las del calabozo de la planta inferior. La sala es más espaciosa, y debió estar mejor iluminada y ventilada. La propia existencia de los graffiti parece indicar que los detenidos podían moverse libremente dentro del calabozo.
Un conjunto excepcional de graffiti carcelarios
El conjunto de graffiti conservado en uno de los muros del calabozo superior del Ayuntamiento de Mazaleón es uno de los más completos, interesantes y variados de las antiguas cárceles conservadas hasta nuestros días en Aragón. Su presencia constituye un excepcional documento sobre el mundo de las ideas y de su representación espontánea por parte de nuestros antepasados.
El arqueólogo Jordi Rovira en el proceso de calco de los graffiti del calabozo superior de Mazaleón
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Los dibujos e inscripciones que todavía se conservan fueron realizados a lo largo de los años por los propios presos encerrados en el lugar practicando incisiones con objetos punzantes sobre el enlucido de cal o yeso de sus ennegrecidas paredes. Entre los motivos representados habrá que destacar especialmente los siguientes:
Siluetas de manos: De los propios presos, en negativo, realizadas extrayendo el enlucido oscuro de la pared. Las siluetas de manos constituyen representaciones históricas de carácter universal que comienzan a aparecer en el arte paleolítico. Su presencia, en este caso, debe relacionarse con la manifestación de las señas de identidad de los propios presos.
Vista parcial de los graffiti del calabozo superior |
Armas: Son muy abundantes y variadas existiendo variadas representaciones de armas de uso personal como armas de chispa (pistolas y mosquetes) algunas de las cuales portan el nombre del propietario: Miguel Collado. Junto a ellas aparecen puñales, dagas, cuchillos y espadas, pistolas y armas de fuego de distintos tipos. Su numerosa presencia parece indicar una actitud claramente “belicista” por parte de muchos de los presos encerrados en este lugar (bandoleros, soldados, delincuentes, etc.).
Detalle de graffiti con un amplio repertorio de cuchillos y dagas |
Mujeres: Existen algunas representaciones de mujeres, siempre vestidas con amplias faldas y largos ropajes a través de los cuales se señala de una manera ostensible el sexo femenino mediante la representación de una vulva. No existen otras representaciones de figuras humanas.
Detalle de la representación de una figura femenina con grandes faldas pero marcando el sexo. Foto Paco Climent. |
Representaciones de mujeres, siempre vestidas, en el muro Este del calabozo superior de Mazaleón
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Pájaros y barcos: Aparecen dispersos en distintas zonas del panel principal. La presencia de pájaros y distintos tipos de naves es muy habitual en las cárceles antiguas de toda España y, probablemente, su significado puede asociarse con las ansias de libertad de los detenidos.
Detalle de graffiti, con un pájaro a la izquierda y la fecha de 1736 a la derecha
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Numerales: Sin duda los numerales o sistemas de contabilidad, representados generalmente mediante series de cortas rayas paralelas verticales sobre una línea horizontal que cuentan el paso de los días, semanas o meses. En ocasiones, estas líneas se hallan seriadas mediantes pequeñas cruces situadas sobre la línea horizontal, generalmente colocadas señalando un intervalo de diez.
Estrellas, pájaros, manos y contabilidades del calabozo superior de Mazaleón. |
Juegos: Suelen ser habituales también la representación, mediante dibujos de carácter geométrico, de diversos juegos similares a algunos actuales como el “tres en raya”.
Inscripciones y frases: Se conservan docenas de inscripciones aunque no todas pueden leerse o interpretarse con seguridad. Algunas indican el periodo de encarcelación “Por pesetero estuvo Fco. Vibes preso 12 meses”; Justo Monfrate/Mateu Sibero/ 8 meses; otras inscripciones identifican al autor de los graffiti: “Esta pistola la hizo Joaquín Dolz”; año 1706/ estas dos mugeres/ las yzo Juaquin/ Dolz. Y en otras ocasiones se canta al infortunio y a la vida corrupta de la cárcel: “en esta casa/ entra retiene el .../esconde persigue que ent(ra)/ bien i sale mal/ año de 177(5)”.
Detalle de inscripciones en el panel del calabozo superior
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BIBLIOGRAFIA
Benavente, J.A., Burillo, F. y Thomson Mª T., 2001: Guía de la Ruta de las Cárceles del Mezquín - Matarraña. Omezyma. Alcañiz.
Benavente, J.A. (coord), 2001: Guía turística del Mezquín-Matarraña, Omezyma, Alcañiz.
Benavente, J.A., 2003: “La ruta de las cárceles del Matarraña”, Comarca del Matarraña, Colección Territorio, nº 7, Gobierno de Aragón, Zaragoza, 185-186.
Benavente, J.A., Burillo, F., Casanovas, A., Rovira, J. y Thomson, Mª T. 2004: “Les graffiti des prisons du Bas-Aragon (Espagne): un cas exemplaire de patrimonialisation”. Le monde alpin y rhodanien, 1-2 trimestres. Cicatrices murales. Grenoble. 131-144.
Thomson, Mª T., 2003: “Ruta por el patrimonio”, Guía de la comarca del Matarraña, Zaragoza, Prames, Zaragoza, 39-137.
Más información sobre la Ruta de las Cárceles del Matarraña: