lunes, 7 de mayo de 2012

LA CASA MAS GRANDE DEL POBLADO IBERICO DE SAN ANTONIO DE CALACEITE

El poblado ibérico de San Antonio de Calaceite: ubicación e historia de las investigaciones
El poblado de San Antonio, situado en el extremo meridonal de un elevado y largo cerro a poco más de 1 kilómetro de la localidad de Calaceite, está considerado como uno de los principales asentamientos ibéricos del Bajo Aragón.  Los primeros trabajos en el yacimiento los realizó el calaceitano Juan Cabré que, con tal solo 21 años, excavó entre 1902 y 1903 nueve departamentos en la parte baja del poblado. Tras un periodo de inactividad los trabajos fueron retomados por Pere Bosch Gimpera en 1915 quien finalizó la excavación completa del yacimiento en 1922 (Bosch 1931,77-80)



Vista del cerro de San Cristóbal de Calaceite desde el sur, en cuyo extremo se sitúa el poblado de San Antonio

Fases de ocupación del poblado
En el poblado de San Antonio se distinguen con claridad dos fases de ocupación. La primera, correspondiente a los siglos V y IV a.C., se sitúa en la parte más elevada del cerro y corresponde a un pequeño  poblado de calle central con una treintena de viviendas de planta rectangular que fueron inicialmente protegidas por una pequeña muralla y varios torreones. La segunda fase, fechada en el siglo III a.C., supuso una ampliación del antiguo asentamiento tras la construcción, en una terraza más baja, de una decena de grandes viviendas alineadas y adosadas entre sí que fueron rodeadas por una nueva muralla en cuyo extremo oriental, y protegiendo una pequeña puerta de acceso, destacaba un gran torreón de planta semicircular. Junto a este torreón se acondicionó una gran balsa de recogida de aguas pluviales.



Planta de San Antonio de Calaceite según P. Moret et al. (2006). En color negro el poblado de la fase I (s. V-IV aC). En color azul la ampliación de la fase II (s. III aC). Dentro del círculo rojo el Dpto 5º según la denominación de J. Cabré.



Vista aérea del poblado de San Antonio con ubicación del Dpto 5º. Obsérvese el tamaño de la vivienda en relación con el resto.

El departamento 5º y su excavación
En la zona central de la nueva ampliación se encuentra el denominado Dpto 5º que constituye, sin duda, la vivienda de mayor tamaño del poblado con unos 100 m2 de superficie útil en su planta baja, al menos 7 estancias, un largo pasillo lateral con escaleras parcialmente excavadas en la roca y dos pequeñas entradas de acceso que se sitúan en la parte más elevada de la vivienda, junto a la calle que delimita las dos fases del poblado.

Planta del Dpto 5º con indicación de los espacios interiores, según P. Moret et al. (2006).


Esta gran vivienda fue excavada en su mitad inferior (Espacios E, F y J)  por Juan Cabré entre 1902 y 1905. En un informe de 1908 Cabré escribió: " Dpto. 5º - El más rico en restos arquitectónicos así como en cantidad de objetos. ¡Lástima que la economía forzosa con la que vive nuestro Boletín no me permita presentar los planos y diseños que tengo trabajados de estos residuos interesantes, y también que los objetos salieran tan fracturados” (Cabré 1908, 224). Que sepamos, estos dibujos que menciona Cabré permanecen, a pesar de su indudable interés, todavía inéditos.

En este mismo Informe Cabré señaló: "Al lado de la puerta del pasadizo (se refiere al pasillo lateral) aparecen, no en el suelo sino en la tierra superpuesta, ladrillos-pondus en gran cantidad... y en el interior del callejón crecido número de objetos, sobre todo los que hemos convenido en llamar pondus y fusayolas..." (Cabré 1908, 225). Con toda probabilidad esta breve descripción parece confirmar dos aspectos:
  1. Que la vivienda, en su parte inferior, tenía más de una planta ya que aparecen pesas de telar sobre un relleno de tierra y no en el suelo.
  2. Que alguno de los telares se situaba en el propio pasillo o corredor de acceso de la vivienda

    Algunas de las cerámicas aparecidas en el Dpto. 5º, según J. Cabré 1908

La parte superior de esta misma vivienda (Espacios 11, 12, 13, 9-I y 9-II) fue excavada a partir de 1915 por Pere Bosch Gimpera, del Institut d´Estudis Catalans, quien recuperó, entre otros materiales, tres espadas de filo recto (al menos dos de ellas del tipo del tipo La Tène II) más una punta de flecha de bronce (Moret et al. 2006, 164) lo que supone el mayor número de armas encontrado en una sola de las viviendas del poblado de San Antonio de Calaceite.

Una inusual concentración de armas
El hallazgo de armas en poblados ibéricos es muy poco frecuente ya que lo habitual es su aparición en tumbas y necrópolis (Quesada 1997, 162). El hecho de que en una única vivienda se hallan documentado hasta tres espadas es, por tanto, un hecho muy inusual. Estos hallazgos, unidos a las grandes dimensiones de la construcción, parecen indicar el especial carácter de esta gran vivienda así como su posible ocupación por una familia de rango militar o aristocrático, quizá la más importante o una de las más importantes del poblado.

Vista general del Dpto 5º con sus dos puertas de acceso en primer término.

La reconstrucción teórica de una vivienda singular
La reconstrucción teórica de esta gran vivienda, como suele ser habitual, plantea muchas dudas e incógnitas difíciles de resolver. El intento de su reconstrucción, primero en en dos dimensiones (a partir de una detallada ilustración) y después en tres dimensiones (a partir de una maqueta a escala), ambas instaladas en el Museo Juan Cabré de Calaceite, supone un interesante ejercicio que obliga a plantear e intentar resolver numerosos aspectos técnicos y constructivos.



Dibujo con reconstrucción teórica del Dpto 5º, según F. Riart.


Ambas recreaciones teóricas deben considerarse muy aproximadas ya que no existen datos seguros sobre aspectos tan importantes como la funcionalidad y uso de las habitaciones, la altura del edificio, la existencia de una o más plantas, el grado de inclinación de la cubierta, la presencia de ventanas o aberturas en muros y techumbre, los enlucidos y decoración, el equipamiento doméstico, etc. El hallazgo de pesas de telar, tanto en el pasillo o corredor de acceso como dentro del relleno de desplome del edificio en su zona inferior parecen tener directa relación con la escasa iluminación natural del interior de la vivienda solo posible desde las dos puertas de acceso y quizá desde alguna pequeña ventana abierta en los muros de cierre de las habitaciones situadas en ambos extremos de la misma ya que las paredes laterales son comunes con las viviendas anejas (Dptos 4º y 6º) por lo que la apertura de huecos o vanos para iluminación natural sería inservible.

Vista parcial de la maqueta con reconstrucción teórica del Dpto 5º instalada en el Museo Juan Cabré de Calaceite (Teruel).

Una gran vivienda mal iluminada
De no existir aberturas en la cubierta, a modo de trampillas, todas las habitaciones interiores de la vivienda permanecerían habitualmente a oscuras o escasamente iluminadas por hogares, pequeñas lámparas o por la escasa luz que entraría por las puertas de acceso desde la calle. El humo de los hogares y braseros y la escasa ventilación contribuirían a incrementar la incómoda habitabilidad de toda la vivienda.

Vista de la planta semi-sotano de la maqueta de recreación teórica del Dpto 5º.




BIBLIOGRAFÍA:
Bosch, P. 1931: "Les investigacions de la cultura ibèrica al Baix Aragó", Anuari de l´Institut d´Estudis Catalans, 7, 1921-1926, Barcelona.72-80.
Cabré, J. 1908: "Hallazgos arqueológicos", Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, Septiembre y Octubre, Tortosa, 214-244.
Moret, P., Benavente, J.A. y Gorgues, A. 2006: Iberos del Matarraña. Rev. Al-Qannis, 11, Alcañiz.
Quesada, F. 1997: El armamento ibérico. Estudio tipológico, geográfico, funcional, social y simbólico de las armas en la cultura ibérica (siglos VI-I a.C.), Monographies Instrumentum, 3, Montagnac.

No hay comentarios:

Publicar un comentario