miércoles, 11 de abril de 2012

LAS SIETE PUERTAS DE LA VILLA MEDIEVAL DE ALCAÑIZ

En 1506 el célebre humanista alcañizano Juan Sobrarias pronunció, en latín, un discurso sobre las “Alabanzas de Alcañiz” ante el Concejo de su villa natal. Aunque se trata de una obra fundamentalmente literaria, muy influida por la oratoria clásica, Sobrarias aportó algunos datos de interés sobre la entonces villa bajomedieval. Entre ellos nos interesa destacar ahora la mención a la existencia en las murallas de Alcañiz, como en la antigua ciudad de Tebas, de siete puertas que permitían el acceso a su núcleo urbano (Sobrarias 1506, reed. 2000, 47). Pero, ¿realmente existieron esas puertas?, ¿dónde estaban?, ¿cómo se llamaban?, ¿se conservan restos o documentos que permitan ubicarlas con seguridad? Intentaremos responder a esas preguntas en las próximas líneas.

Vista septentrional de Alcañiz, según un grabado de Palomino publicado en 1779

En los últimos años se han publicado varios trabajos sobre la villa medieval de Alcañiz y su evolución urbana que aportan en este aspecto concreto numerosos datos aunque no todos ellos son siempre coincidentes ni ofrecen el mismo valor documental. Mencionaremos los trabajos de Carlos Laliena (Laliena 1987), Luis Angel Moreno (Moreno 1982), Miguel Ángel Laguéns (Laguens 1995), Ramón Betrán (Betrán 2005) y Juan José Barragán (2009-2010).

La distinta información que aportan estos estudios, junto con los datos de otras obras publicadas o inéditas de historiadores locales y la observación detallada de antiguos planos y grabados de Alcañiz, permiten precisar con bastante seguridad la ubicación de estas antiguas puertas. No obstante, antes de comenzar la descripción de los siete portales que mencionó Juan Sobrarias habrá que recordar que nos encontramos en los inicios del siglo XVI, concretamente en 1506, es decir, en un momento anterior a la construcción de los grandes conventos cuya fundación supuso, con sus grandes huertos rodeados de altas tapias, la mayor ampliación urbana extramuros de Alcañiz en la Edad moderna: Franciscanos en el arrabal (1524); Dominicas junto al río Guadalope (1593); Carmelitas en la zona este del núcleo urbano (1604) y Capuchinos, al otro lado del río Guadalope, sobre un pequeño cerro (1612).

Detalle del grabado anterior en el que se aprecian con claridad las puertas del Puente Viejo y del Molino Mayor harinero así como la muralla con torreones y almenas

La primera de las puertas bien documentada es la del Puente viejo que aparece claramente reflejada como un portal con arco de medio punto y almenado en el famoso grabado de Palomino publicado en 1779 cuando todavía el recinto amurallado medieval de Alcañiz se encontraba bien conservado. Como se puede observar en dicho grabado, el portal se situaba al final del puente viejo destacando a su derecha la capilla del Pilar edificada en 1736. El historiador alcañizano M. Ardid menciona que los vecinos de la calle Mayor solicitaron permiso al Concejo para construir dicha capilla y trasladar a ella “la imagen (de la Virgen del Pilar) que se venera de presente sobre la puerta principal de dicho puente que hace entrada a la ciudad” (Ardid, 1852, 178).

Vista actual del Puente viejo en cuyo extremo se situaba una de las puertas de la muralla

Siguiendo el sentido de las agujas del reloj encontramos la segunda puerta también claramente reflejada en este mismo grabado. Parece tratarse, como en el caso anterior, de un portal con arco de medio punto y almenado que se sitúa próximo al molino mayor harinero. De hecho, P.J. Zapater ya lo menciona en 1704 como “Portal del molino mayor harinero” en su obra, todavía inédita, “La Thesorera”. Junto a este portal se inauguraron las obras del convento de San Gregorio en 1592. Todo parece indicar, por tanto, que se encontraba en el tramo final de la actual Ronda de Belchite, junto al antiguo convento de las Dominicas.

Vista actual de la zona donde debió ubicarse el Portal del Molino mayor harinero

El tercero de los portales, del que no sabemos su nombre, debió situarse en la confluencia de las calles Mazaleón y Salinas con  la Ronda de Belchite. Es probable que en esta zona existiera un portal que formara parte del recinto amurallado de la villa del siglo XIII situándose en su ángulo noroeste. Precisamente en este sector del núcleo urbano de Alcañiz tiene lugar un acusado desnivel del terreno que debió ser aprovechado para trazar la citada muralla aunque no sabemos si este posible portal se integró o fue construido de nuevo en la siguiente ampliación del recinto amurallado realizada entre 1365 y 1410 por mandato del rey Pedro IV como consecuencia de la guerra con Castilla (Laliena 1987, 74). La nueva muralla, con torreones a intervalos regulares, se construyó para proteger la gran expansión urbana iniciada un siglo antes mediante la edificación planificada de los barrios de Santa María (o los Almudines) y Santiago (o San Jaime). En esta misma zona de la Ronda de Belchite se conserva todavía un largo tramo de muralla de esa época y recientemente se descubrieron restos de uno de los torreones bajo el suelo del refugio antiaéreo conservado entre las calles de Sto Domingo y Tte Moore.

En la zona de confluencia de las calles de Mazaleón y Salinas se ubicó otra de las puertas de la villa medieval

La cuarta puerta se situaba en el inicio de la Subida del Teatro y aparece perfectamente reflejada en una magnífica acuarela realizada en 1847. Este portal y las murallas de sus inmediaciones fueron muy afectados por la tremenda explosión del polvorín de la primera guerra carlista ubicado en el cercano almudí el 2 de septiembre de 1840 (véase el artículo anterior en este mismo blog). Este portal se llamó de San Nicolás, y se situaba próximo al hospital del mismo nombre ubicado en la actual Plaza del Deán (Bono 1870, 135). Con toda probabilidad esta puerta formaba parte del antiguo recinto amurallado del siglo XIII que rodeaba los barrios de las iglesias románicas de San Pedro y Santiago y el entorno de la Iglesia de Sta María.

La puerta de San Nicolás en una acuarela de 1847. Archivo histórico militar

Aspecto actual de la Subida del Teatro donde se ubicó la puerta de San Nicolás

El quinto de los portales bajomedievales aparece denominado como Portal o “arco de San Antón” (Taboada 1898, 111) y se situaba en la actual Plaza de Mendizábal, en el inicio de la calle Alejandre, donde todavía se conserva una pequeña capilla con la imagen de este santo. A mediados del siglo XIX aparece todavía claramente representado en un plano de Alcañiz. Este portal enlazaba con la muralla que transcurre junto a la calle Blasco de la que se conservan restos claramente visibles en el denominado Pasaje de La Muralla y en el interior de algunas edificaciones situadas entre las calles Blasco y Pruneda.

Detalle de un plano de Alcañiz de 1846 en el que se aprecia con claridad la ubicación del Portal de San Antón. Archivo histórico militar


Aspecto actual de la Plaza Mendizábal en la zona donde se ubicó el Portal de San Antón

La sexta puerta es la única que todavía se conserva y se sitúa en el sector meridional del casco urbano de Alcañiz, en la parte baja de la ladera sureste del castillo. Se trata del Portal de Herrerías o arco del Loreto que, como muchos otros antiguos portales del Bajo Aragón, sería parcialmente modificado como portal-capilla en el siglo XVIII. No obstante, el arco del Loreto constituye todavía el mejor testimonio de los antiguos portales medievales de la ciudad conservando probablemente sus dimensiones originales, que permiten el paso de carros, y la instalación de grandes puertas que se cerraban por las noches.

El Portal de Herrerías o del Loreto es el único que todavía se conserva de los 7 portales bajomedievales de Alcañiz

La última de las puertas, según este itinerario, recibía la denominación de Portal de San Jaime y se situaba en el último de los torreones del muro de Santiago, junto al barrio Mazador. El actual torreón, que debió tener frente a él otro gemelo, formó parte de la antigua puerta de San Jaime tal como se distingue con claridad en los planos de mediados del siglo XIX. Desde allí partía el camino de “La Peña” (en referencia a la gran roca que aflora en la ladera sur del castillo) en dirección al barrio del arrabal y la conexión con el litoral mediterráneo.


Detalle de un plano de Alcañiz de 1846 en el que se aprecia con claridad el Portal de San Jaime con  dos torreones. Archivo histórico militar

Vista actual del lugar donde se ubicó el portal de San Jaime

Estas fueron, con toda probabilidad, las ubicaciones de las siete puertas de la villa medieval de Alcañiz que mencionó en 1506 Juan Sobrarias, aunque todavía quedarían por ubicar las conexiones de la villa con el barrio de San Juan o el Arrabal. Aunque este barrio ya existía desde el siglo XIII es muy probable, tal como indican varios autores y la ausencia de restos arqueológicos, que su perímetro no estuviera protegido por una muralla de piedra sino por un muro de tapial o tierra en el que, no obstante, debió existir alguna otra puerta (seguramente una, al menos, en la actual Plaza de San Francisco y de menor tamaño y monumentalidad que las anteriormente citadas).

Plano de Alcañiz de mediados del siglo XIX con la ubicación de las siete puertas mencionadas por Juan Sobrarias en 1506. Archivo histórico militar

Como colofón para este trabajo incorporamos varios planos sobre la evolución urbana de Alcañiz con la finalidad de que el lector pueda consultar y valorar las propuestas de diversos autores realizadas hasta el momento.

Alcañiz en la Baja Edad Media, según C. Laliena,1987

Alcañiz en los siglos XV-XVI, según M.A. Laguéns, 1995

Detallado plano de Alcañiz en el siglo XVI, según  R. Betrán 2005

Recintos amurallados de Alcañiz, según J.J. Barragán 2010


Bibliografía:
Ardid, M., 1852: Memorias para escribir la historia de la Ciudad de Alcañiz. Manuscrito inédito en la biblioteca de Alcañiz.
Barragán, J.J., 2009-2010: “Origen y evolución urbana de Alcañiz. De la villa medieval a la ciudad renacentista”. UNED. Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Hª del Arte, t. 22-23, Madrid, 75-101.
Betrán, R., 2005: “Planeamiento y geometría en la Ciudad Medieval Aragonesa”, Arqueología y Territorio Medieval, nº 12-2, Jaén, 75-147.
Bono, G., 1870: Miscelánea religiosa, política literaria en prosa y verso. Madrid
Laguéns, M.A., 1995: “Evolución urbana de Alcañiz”, Al-Qannis,  4-5, Alcañiz, 301-346.
Laliena, C., 1987: Sistema social, estructura agraria y organización del poder en el Bajo Aragón en la Edad media (siglos XII-XV). I.E.T., Teruel.
Moreno, L.A., 1982: “Un estudio previo para la rehabilitación integrada del Barrio de los Almudines de Alcañiz (primera parte)”. Boletín del Centro de Estudios Bajoaragoneses, nº 2-3, Alcañiz, 29-44.
Sancho, N., 1860: Descripción Histórica, Artística, detallada y circunstanciada de la Ciudad de Alcañiz y sus afueras. Alcañiz
Sobrarias, J., 1506: Discurso sobre las Alabanzas de Alcañiz. Edición Crítica de J.Mª Maestre, 2000, Instituto de Estudios Humanísticos, Alcañiz - Cádiz.
Taboada, E.J., 1898: Mesa Revuelta. Apuntes de Alcañiz. Alcañiz.
Zapater, P.J., 1704: La Thesorera rescatada y vengada de las injurias del tiempo. Manuscrito inédito, copia mecanografiada en la Biblioteca de Alcañiz.


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